capitulo siete y ocho

CAPITULO VII

43

Educación, Higienización, Mestización Entrarnos al estudio de estos medios, que creernos entre los llamados recursos propios, los más importantes. Su tratado completa nuestra intención. El interés que cada día aumenta en las naciones civilizadas por el bienestar material, moral e intelectual de las clases populares, en algo debe alcanzar a esta tierra, y puede que en una hora de suprema aflicción, sacando fuerzas de nuestras propias fuerzas, dejemos la ciudad cómoda y atareada, para proporcionar un santo alivio a las almas que en los campos se mueren de miseria. Educación Al indio debe educársele con el propósito de cambiarlo de esclavo en hombre libre; de egoísta en hombre útil sus semejantes; de rudo para la vida en hombre apto e inteligente Transformar el medio social indigena a base de educación es lo que aconseja el sentido común. Hacerlo pensar Hacerlo sentir. Hacerlo accionar No es mí ánimo, ni cabría en unas pocas líneas, emprender el estudio completo de las muchas cuestiones que con respecto a la educación indigena cabe tratar. Mí intención es insistir sobre los puntos que considero de mayor urgencia. El medio La renuencia por la escuela, que obstaculiza la labor educativa en los poblados indigenas, hace pensar que se trata de una raza irredimible, de partidas de animales remisos al adelanto; y ensombrece un claro optimismo que al margen de la educación pusieran nuestras almas. Pero sí consultamos mejor el medio, encontramos que no se trata de una negativa irracional del indio para asistir a la escuela. Hay un fondo de amargo sabor su miseria. Su miseria lo obliga a aprovecharse de los pequeños servicios de sus hijos desde muy corta edad. Necesidades, costumbres y creencias. Contribuyen corno factores negativos para la asistencia a las escuelas. A lo anterior se agrega la desconfianza muy natural, que los padres sienten por el aprendizaje de la materias que sus hijos reciben. Cursos mas interesantes desde el punto de vista de la utilidad personal, despertarían en los padres interés porque sus hijos aprendieran, enviándolos regularmente a la escuela (noticias relativas al cultivo del campo, a la fabricación del par, cría de animales etc.) Concluimos creyendo que el medio social indígena no es reacio a la educación y que para lograrla, no sólo en los niños sino en los adultos, es necesario armonizar las
44

labores de la escuela con las necesidades diarias del hogar; no exigir del alumno mayores obligaciones; establecer los desayunos escolares, que mal se puede enseñar a niños que no han desayunado; y formular un plan adecuado a sus capacidades. La escuela Entre las categorías de escuelas en que dividió las que a la fecha existen en Guatemala, el Doctor J. Epaminondas Quintana, en su trabajo de tesis, la que más nos interesa es la escuela en el caserío. "Una sola habitación, casi siempre mal ventilada y peor alumbrada, con un mal piso y muros decorados con letreros de toda clase, y sucios por mil materias sospechosa; con una sola ventana y una sola Puerta,'' constituye la escuela del caserío. En cuanto a escuelas, como Quintana ha dicho, hay que empezar. Una escuela de campo modesta, dotada de útiles y en buenas condiciones higiénicas, sería de desearse. La escuela ideal para el indio por su temperamento, su salud precaria y sus hábitos atávicos sería la "Escuela al aire libre" Orientación En cuanto a la orientación sociológica de la escuela, precisa tomar en cuenta el sentimiento egoísta muy desarrollado que existe en el indio y en sus relaciones, desprovistas de todo alto principio de sacrificio. La escuela que prácticamente no reporta utilidad a Guatemala, es la que, basa en el sistema actual, dedica las pocas horas de trabajo a enseñar las letras y los números a los alumnos, como si eso fuera lo más interesante. ¿Qué orientación cabe dar a la escuela indígena? Desde luego urge informar a las almas en sentimientos de justicia y amor. Tenernos una gran necesidad de justicia y una gran necesidad de amor. La familia debe formarse a base de estos altos sentimientos, la familia, las sociedades, los municipios, la Nación guatemalteca. Eduquemos al indio en las ideas de solidaridad y cooperación, prestemos alimento de fe y esperanza a su credo de vida y despertara en él la simpatia por sus semejantes, por su bestia y su tierra. La tarea modeladora de la escuela, es difícil, ya que tiene que luchar contra el sentimiento ambiente, en donde el utilitarismo más absurdo ha sembrado todos los camino y no deja pasar sino sangrado. En cuanto conocimientos, como es natural, debe empezarse por enseñarles castellano. Enseñar al indio en su dialecto, sobre dificultarse más, es perjudicial.
45

Las clases fundamentales (lectura, escritura, aritmética), son caminos que conducen al hombre a ponerse en contacto de culturas pasadas o distantes y si tales clases fueran a dársele en su dialecto, la labor se destruida en sus cimientos, desde luego que los caminos aquellos tan amplios, resultarían muy cortos. Por demás está decir, a este respecto, que en la escuela es donde debe principiarse la campaña nacionalista, una de cuyas bases es la identidad de idioma. La educación de los adultos también debe emprenderse La tarea a este fin, perseguirá preparar al indio para una más sana comprensión de sus relaciones sociales, combatir sus supersticiones sin herirle, darle nuevos medios de cultivo y hacerle tomar conocimiento de sus derechos de ciudadano, de las obligaciones correlativas y del aseo personal que tan descuidado existe, entre ellos. Puede que la educación nos salve del peligro, sin embargo, siempre dentro de un terreno optimista, pienso que no es bastante medicamento para nuestro mal.

Higienización Para la higiene, nuestros medios sociales, no sólo por su ignorancia, sino a la vez por la natural repulsión que hay en el indio por el ladino, presentan un serio problema, caso extremo podríamos decir. La labor del higienista encuentra en Guatemala un campo de acción ilimitado. Hasta la fecha, a la higiene le hemos dado un puesto secundario, explicándose así la falta de aseo que se nota hasta en los individuos que pertenecen a las clases altas. Todo lo que se ha hecho, se reduce a dictar resoluciones que no se cumplen. Las poblaciones están desprovistas de los elementos más indispensables, y es asi como no puede exigirse de los vecinos el aseo personal y de la habitación. El indio es el prototipo del hombre anti-higiénico, prueba de ello es la facilidad con que se propagan las enfermedades entre sus congéneres. Aunque con relación a este medio para retener el malestar de las clases indígenas, podría escribirse largamente, reducimos nuestro dicho a hacer ver, que, como antes, el indio vive abandonado a su impulso natural, en una vida falta de higiene. Mestización La mestización persigue, entre sus fines, la homogeneidad racial, cultural y lingüística de un pueblo que cuenta con porciones sociales de civilización o cultura retrasada y de civilización o cultura superior.

46

La mestización, es indudable que hubiera proporcionado al indígena una puerta ancha para pasar de su primitivo estado social al estado social que la civilización europea dejó en estos suelos. Entre los obstáculos que la impidieron se mencionan: Prohibiciones legales La prohibición de que los españoles se unieran con los indios, pues cuando pasado algún tiempo se autorizaron tales uniones, ya fue tarde.

Diferencias de civilización Los medios sociales indígena y español, diferían hondamente. El idioma, las costumbres, las creencias, el modo de ser, de pensar y de sentir. Este obstáculo les alejó, no pudieron compenetrarse, florecer en una nueva sociedad ni en un sentimiento fraterno de humanidad. Las diferencias anotadas ahondaron, como antes dije, la separación entre el indio y el español. Aquel padecía los malos tratos de este, y cuando la bestia se cansaba, este recibía venganza. El cruzamiento es más factible cuando se encuentran pueblos que poseen un grado de civilización parecido. En la época actual, el indígena, por las bárbaros procederes de que fue víctima, conserva un sentimiento de animadversión por el blanco, sentimiento que se ha ido trasmitiendo de una generación a otra, hasta nuestros días. La redención de censos, grabó más en el alma indígena su odio para el mestizo. No obstante lo dicho, y que el ladino está en un plano de cultura diferente al del indígena, debe hacerse constar que no existen repugnancias de razas, impedimentos físicos, desafinidad sexual. La homogenesía muy aceptable producida por ambas porciones de la población guatemalteca, es benéfica al mestizaje. Al hablar de los caracteres degenerativos que presenta la raza indígena, hice notar que, aparte de los que pueden clasificarse como exteriores, hay en ella una viciación ancestral, un mal propio y profundo que la conduce hacia su ocaso con precisiones alarmantes. Este conocimiento nos hacer pensar en la necesidad de un remedio que ataque en su causa, un remedio causal, y a ese fin se dirige el último capítulo.

47

CAPITULO VIII

48

La Inmigración 30. Medios para destruir el mal La inmigración. Sí la realidad indígena varía en el tiempo, no es natural que los medicamentos que se propusieron ayer para curar sus dolencias, sirvan para hoy, ni que los de hoy puedan servir para mañana. Ayer, estuvo bien que para mejorar al aborigen se pensara en hacerlo pequeño propietario, en obligarlo a nuevos cultivos y con ello a mudar de régimen alimenticio, enseñarle español, calzarlo y, para decirlo de una vez, estimular sus facultades físico-psíquicas, creando en su vida material necesidades, y en su vida espiritual aspiraciones. Ayer estuvo bien, pero hoy, en este nuevo momento, deben rechazarse tales medios por ineficaces. ¡Qué los indios trabajan excesivamente...! ¡Qué duermen en tapexcos o en el suelo...! ¡Qué no se bañan y son mugrientos y piojosos...! ¡Qué se embriagan...! todo cede en importancia cuando el problema se contempla en su faz más honda, en lo que tiene de grave y trascendental, en sus taras profundas vaciadas en un fondo racial insuficiente para la vida. ¿Qué podría hacer la educación en este caso? La educación, cuya importancia no he querido negar ni un solo momento, es insuficiente. Medítese y se pensará conmigo que la educación es insuficiente, que no basta, que hay algo más que escapa a su acción benemérita, algo más en el fondo, en lo que hay de herencia en cada individuo. Por la importancia que, como medio para retener el mal, doy a la educación, a ella he de referirme principalmente. "La chicha ejerce sobre la nutrición una acción semejante a la del fósforo y la morfina, y al obrar sobre el organismo de una manera más intensa que el alcohol, es natural que tenga también influencia más corrosiva sobre la generación." "Cuando una mujer embarazada toma alcohol, éste pasa por el torrente circulatorio a ejercer su acción tóxica sobre el feto." Ahora pregunto. ¿Qué puede hacer la educación con generaciones que tienen sobre sí muchos años de esa influencia corrosiva ? ¿Podrá la educación devolver su valor energético a seres que han venido a la vida con taras degenerativas tan profundas? Debo decir, antes de pisar adelante, que no me contradigo, que si en el capítulo anterior estuve en una situación optimista con respecto a la educación, fue porque allá se trataba de paliativos, medicamentos para retardar el mal, aquí se trata de remedios causales o, lo que es igual, que ataquen el mal en su causa y lo destruyan. Hay además que tomar en cuenta, volviendo a lo anterior, el trabajo que las fuerzas vivas del país habrían de mantener para no dejar un solo momento su tarea educativa.
49

¿Será esto factible en una Nación que cambia ole gobierno con mucha facilidad? o, lo que es más, ¿de gobiernos que cambian ministros a menudo....? Quien esté al tanto de nuestros procederes en estas cuestiones, sabe que, por lo regular, el Ministro que llega trata de emprender nuevos trabajos, abandona los emprendidos por su antecesor y sí es enemigo político, los reprueba. Hay, pues, que desconfiar de lo que podría la educación. Por una parte, la debilidad de los organismos que se han de educar; y por otra, la característica de la obra educativa, reflejo de nuestra falta de seriedad política, obra momentánea y discontinua. La previsión del hombre adquiere de la ciencia los métodos de que ha de valerse en su lucha contra el medio. Pues bien, por mucho que se hiciera en lo que respecto a higiene está esperando resolución a las puertas de nuestra vida nacional, la raza indígena no salvaría de su degeneración. La raza indígena está en decadencia fisiológica y ¿quién niega que esto último es peor que la muerte?. La acción deletérea del trópico ha contribuido a su degeneración y a todo se agrega su paludismo, su uncinariasis y las otras afecciones parasitarias y micrósicas que padece. Deje el observador por un momento las influencias extrínsecas que se han puesto a sus ojos, y fije su atención en el siguiente hecho, para convencerse hasta la raíz que lo que la educación y la higiene podrían hacer, no bastaría para salvar a Guatemala de la ruina. Los indios se han gastado ellos mismos. Su sangre no ha hecho al través de incontables generaciones, sino girar en un círculo, para el caso pequeño. Hace falta sangre nueva, corrientes renovadoras que resarzan la fatiga de sus sistemas, vida que bulla pujante y armoniosa. Sangre Nueva, he aquí nuestra divisa para salvar al indio de su estado actual. Hay que contrapesar sus deficiencias funcionales, sus vicios morales y sus cansancios biológicos. Hay que volverlo a la vida para que advierta, en esta hora de conmociones, la obligación que tiene de contribuir al triunfo de los ideales que la Humanidad se esfuerza por alcanzar. El estancamiento en que se encuentra la raza indigena, su inmoralidad, su inacción, su rudo modo de pensar, tienen origen en la falta de corrientes sanguíneas que la impulsen con vigoroso anhelo hacia el progreso. Los Estados Unidos de América y la República Argentina, suelen citarse como ejemplos de lo que la inmigración hace de los pueblos. Y sí de buscar ejemplos se trata, véanse entre nosotros los cruzamientos que ha habido (alemán e indio), y con facilidad se advertirá la mejora. Los hijos de alemán e india son robustos, bien dotados y en cuanto al aspecto físico, desde el punto de vista estético, no puede pedirse más. Se trata de una raza agotada, y de ahí que para salvarla, antes que de una reacción económica, psicológica o educacional, haya necesidad de una reacción biológica. ¡Vida, sangre. juventud, eso hace falta al indio!
50

Hágase con el indio lo que con otras especies animales cuando presentan síntomas de degeneración. El ganado vacuno importado la primera vez a la Isla de Santo Domingo, por Colón, en su segundo viaje, experimentó grandes decaimientos. El perro ha sufrido también modificaciones importantes, y como el perro algunas plantas. Para mejorar el ganado hubo necesidad de traer nuevos ejemplares, así para con el perro y así para con las plantas. Cabe preguntar ¿Por qué no se traen elementos de otra raza vigorosa y más apta para mejorar a nuestros indios? Se trata de un remedio heroico, dirá la minoría agitada aún por románticos impulsos de patriotismo. Ese impulso que a nuestros padres les hizo cuidarse muy poco de la vida real, y mucho de la que a través de novelas y ceremonias fueron viviendo. No importa, acepto el calificativo heroico. Los inocentes del mal, se conforman en su miopía con repetir ¿Para qué mejorar sí estamos a la "vanguardia de civilización"? La muletilla, lo que se dice para engañar a los que mandan, por no decirles que se trata de una pueblo soberano, con los labios mojados de aguardiente, que vive en la miseria y se arrastra bajo el látigo, cobarde como un perro. Otros habrá que tengan la creencia de que el remedio es peor que el mal. Bajo la influencia de la inmigración china, este argumento puede tener valor entre le gente del pueblo que analiza muy poco. Los chinos han venido a dar el tiro de gracia a nuestros valores de vida Raza degenerada y viciosa cuya existencia mueve a bascas y cuyas aspiraciones son risibles. El argumento se esgrime contra la tesis sin pensar que sirve para su defensa ¿Cómo se va a contrapesar el germen degenerativo) que la sangre china ha dejado en nuestras venas, sino con sangre nueva y vigorosa.? La degeneración cierra nuestros pasos, En la ven exhausta del indio deja caer el chino sus vicios y deficiencias raciales. Estudiando la inmigración etnológicamente, tres condiciones formula Le Bon para lograr un buen resultado 1) que las razas sometidas al cruce no sean muy desiguales numéricamente. 2) que no difieran demasiado en sus caracteres y 3) que estén sometidas por largo tiempo a idénticas condiciones ambientes. La primera se explica por la que en la práctica acontecería si se trajera un reducido número de inmigrantes. A este respecto, hay que decir que debe ser considerable el número de familias con que haya de hacerse el cruzamiento, por una parte, y por otra, que la corriente inmigratoria no se interrumpa en muchos años. En cuanto a la segunda, la cuestión se complica. La mayor adaptabilidad se logra en la tercera y cuarta generación, quiere decir que hasta entonces se advertirían las ventajas máximas del medicamento. En lo que respecta al contingente étnico de que se va a echar mano, la morfología, la psicología y la fisiología informarán extensamente. Recordando los signos degenerativos del indio y la descripción que
51

de su aspecto físico y psíquico se hizo, deben buscarse en las razas que se han de traer, las siguientes cualidades, sobre otras, para contrapesar sus deficiencias y defectos talla y peso superiores, ochenta y dos grados de ángulo facial, aproximadamente, raza blanca, sanguíneo - nerviosa (temperamento propio para las alturas y zonas tórridas). Por lo que a la psicología se refiere, deben buscarse sentimientos de desinterés y ahorro, una sólida base moral en sus afectos familiares, cariño por el campo, honestidad, dulzura y costumbres muy arraigadas de trabajo y honor. Razas agricultoras, poco amigas de la ciudad En Suiza, Bélgica, Holanda, Baviera, Wutemberg y el Tirol, pueden encontrarse ejemplares que reúnan las condiciones mencionadas . Este remedio radical atacará en su causa las enfermedades que socavan al organismo indígena. El médico ha sorprendido falta de glóbulos sanguíneos, nutrición defectuosa, acción deletérea de nuestros climas altos y litorales, enfermedades conocidas del trópico y muchas que hay sin conocer. El biólogo ha encontrado disminuida notablemente la cantidad de urea. El fisiólogo la exigüidad de talla y peso, la falta de energía. El Psiquiatra ha encontrado taras muy significativas de criminalidad, ausencia casi completa de personalidad, falta de vida intelectual y moral. El jurista ha encontrado la ignorancia más espantosa de la ley. El religioso una absurda comprensión de los ritos y dogmas de su religión. El moralista el egoísmo, la costumbre de la mentira y todo un relajamiento. El economista la miseria, la extenuación. A todos interesa la resolución del problema. Deje cada cual sus desconfianzas, prejuicios y mezquinos alardes de independencia, y únanse para dar frente y atacar sin vacilación. No hay que entusiasmarse para resultar pidiendo que se den leyes. Las leyes solamente no pueden servir, por de pronto y en tanto se realiza la inmigración, hay que unirlas con una vasta campaña educacional y de higienización del medio, para cobrar mañana la justa recompensa de satisfacción que toca a los pueblos que cumplen su deber. Nuestra desconfianza por lo que a la ley hace, estriba en que, como un americanista ha dicho. El latino-americano se distingue por su fecundidad para elaborar proyectos a la perfección. Nadie mejor que él puede formular planes, programas, códigos y constituciones, etc., con los cuales estamos generalmente de acuerdo en todas sus partes, Sin embargo, estos hermosos planes teóricos son raramente llevados a cabo. La resolución del problema indígena lleva en si el afianzamiento de las libertades, la formación de la nacionalidad guatemalteca, como resultado del espíritu de solidaridad y de comunidad de aspiraciones de sus habitantes, la seguridad exterior por el justo respeto que infunden los pueblos que valen cualitativamente, y el mejoramiento de nuestra situación económica quizás

52

Y para resolver el problema actual del indio, a la par de abrir escuelas, se necesita transfundir sangre nueva en sus venas. Sangre Nueva , he ahí la divisa. ¡Guatemala se salvará cuando caiga en los caminos la emoción de los hombres que creen en la vida, y la dan, porque merecen darla!. La palabra final toca a la puerta. El mal es profundo e innegable, por más que la costumbre que tenemos de verlo como algo fatal, nos entelarañe los ojos y nos prive de medir sus consecuencias. Para el caso es lo que sucede con los enfermos crónicos, Los familiares se quejan automáticamente, hablan del mal con erudición pasmante y, después de todo, concluyen diciendo "¡qué se va a hacer!".... La interrogación del porvenir es tremenda ¿.A dónde va Guatemala llevando a sus espaldas el peso muerto de su pueblo?.... Y la zozobra es mayor si en vez de caminar por un campo parejo, se camina por extensiones peligrosas, donde el enemigo alza las barricadas de su oro y de sus armas, en forma de trust y de visitas de cortesía Es verdad que para los pesimistas nuestro caso es perdido- "qué se va a hacer1' - pero sí ellos viven en el crepúsculo de su fatalidad, niegan las posibilidades de mejoramiento que todo porvenir encierra y se conforman con la caja de muerto que se está labrando para enterrar a Guatemala; aquí hay una voz que trae la iniciativa de transformar el medio. "El cruzamiento, escribe Le Bon, es el único medio infalible que poseemos para transformar de manera fundamental el carácter de un pueblo, puesto que sólo la herencia es bastante poderosa para luchar contra la herencia". Transformemos el medio indígena por medio de la inmigración, haciendo honor a la confianza que el porvenir ha depositado en nuestras manos, en forma de un segundo de vida, y nada más.

53

31.

Conclusiones


I -Para retardar la degeneración del grupo social guatemalteco que comprende a la raza indígena, se emplearán los siguientes medios: a) Prohibir en lo absoluto casamientos y uniones prematuras b) Mejorar cuantitativa y cualitativamente el sistema alimenticio c) Reducir a ocho horas el trabajo d) Educar al indio e) Higienizar su vida f) Fomentar el mestizaje II - Para destruir el mal : a) La inmigración