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Los días de la selva Mario Payeras Ediciones Piedra Santa Guatemala, 1998 Los días de la selva, galardonado con el premio Casa de las Américas en 1981, es un libro que testimonia la difícil vida de un grupo guerrillero en la selva guatemalteca de Ixcán durante la larga y cruenta guerra civil que vivió esa región centroamericana, que duró treinta años y finalizó con un Acuerdo de Paz firmado en 1996. Mario Payeras permaneció en la selva de 1972 a 1978, cuando pasó a dirigir el frente urbano de su organización y después salió hacia México. En enero de 1994 rompió con dicho grupo armado y fundó otro movimiento de izquierda, Octubre Revolucionario. El autor había nacido en Chimaltenango en 1940 y murió en México en 1995. estudió Filosofía en la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la UNAM de México y en la de Leipzig, Alemania. Fue poeta y ensayista. Supo encarnar el ideal del poeta de izquierda como miembro fundador y dirigente del Ejército Guerrillero de los Pobres. Publicó, entre otras obras: El trueno en la ciudad (Testimonio, 1987), Los fusiles de octubre (Ensayo militar, 1991) y Asedio a la utopía (Ensayos, 1996). Asimismo, Latitud de la flor y el granizo (sobre el medioambiente mesoamericano). En narrativa, el libro de cuentos El mundo como flor y como invento (1987). En poesía publicó Poemas de la Zona Reina. (1997). La primera edición de Los días de la selva apareció en La Habana, en 1981

Mario Payeras, filosofo, poeta, ensayista y lider de
la guerrilla guatemalteca, nacido en Chimaltenango, Guatemala en 1940 y muere en México en 1995, . Estudió filosofía en la Universidad de San Carlos, en la Universidad Autónoma de México (UNAM), y en la Universidad de Leipzig, Alemania. Fue miembro de la juventud del Partido Guatemalteco del Trabajo, lo que le permitió unido a sus dotes intelectuales ser becado en los países socialistas. En Cuba formó parte de las filas del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en 1968, como uno de sus fundadores y como miembro de su Dirección Nacional. Payeras fue el ideologo de la estrategia politico militar del EGP.
Formó parte del primer contingente que forma el foco original del EGP en las selvas del Ixcan (Los Días de la Selva). Luego de la ofensiva militar en 1981-82 del régimen dictatorial, este pensador planteo la derrota militar de la insurgencia (Los fusiles de Octubre y el Trueno en la Ciudad) y propuso una discusión para el cambio de estrategia de lucha revolucionaria que fue rechazada por la dirección del EGP. A raíz de ello rompió con su organización en 1984 por diferencias éticas, políticas e ideológicas. Junto conn un destacado contingente de cuadros que le siguieron formó una nueva organización revolucionaria no armada llamada Octubre Revolucionario.
Abandonado años mas tarde por varios de sus seguidores, y viviendo en la clandestinidad falleció en México Distrito Federal. Sus restos fueron enterrados en un lejano cementerio del sudeste mexicano
junto a los del legendario líder guerrillero Marco Antonio Yon Sosa y del guerrillero indigena Achí.
Ocurrió pocos años después a los restos de Payeras que, al igual que los restos del ciudadano Tomas Payne, los suyos fueron sustraídos por mano criminal y desaparecidos para siempre.
Se dio a conocer como escritor al ganar el Premio Casa de las Américas por su obra Los Días de la Selva (1981). Fue incluido en el Diccionario de Autores y Críticos Guatemaltecos [1] e influyó en varios esritores guatemaltecos, como Francisco Alejandro Méndez y otros [2] .

Payeras (Chimaltenango, Guatemala, 1940-1995). Maestro de Educación Primaria Urbana. Estudió filosofía en la USAC, en la UNAM de México y en Universidad Karl Marx de la RDA. En 1972 formó parte de la guerrilla que inició las hostilidades militares en las montañas de Quiché y Huehuetenango y fue miembro de la Dirección Nacional del Ejército Guerrillero de los Pobres hasta enero de 1984, fecha en que rompe con el mismo por diferencias políticas e ideológicas.
De la contraportada: “Los días de la selva son una crónica testimonial que proyecta con violencia encandiladora, las pruebas ingentes de una guerrilla frente a la naturaleza salvaje, al enemigo supermardo, al lastre del pasado ominoso y de siglos, y a sus propias contradicciones, vacíos y aprendizajes internos. Dicho eso y más en una prosa limpia y vivaz, como escrita en la tranquilidad propicia para el laborioso refinamiento del estilo.” Manuel Galich.